Reflexiones. Por J, Oliver y Alberto

Barcelona, 24 de Febrero. 13:00h

Padres, madres, seguidores asiduos de este magnífico blog, el viaje llega a su fin. En este momento nos encontramos en el aeropuerto de Barcelona a la espera de coger el avión que nos lleve de nuevo hasta Málaga.

Acompañado aquí por mis compañeros,y con la difícil, pero también honorífica, tarea de resumir este viaje, estamos intentando buscar el calificativo “correcto” por llamarlo de alguna manera, de definir el viaje. Pero nos encontramos con el problema de que no existe una palabra que se le acerque, ni siquiera varias, para poder definir este maravilloso viaje. Algunos lo definen como “espectacular” debido lo que hemos visto y vivido, otros lo definen como “música” refiriéndose a la Opera que tuvimos la suerte de ver en Viena y nosotros lo definimos como “Ajierro”.

Han sido 7, casi 8 días fuera de nuestros hogares y más aún, fuera de nuestro país. Han sido muchos ajetreos, muchas carreras y muchos sustos con las maletas en los aeropuertos. Han sido muchos “guau”, “woo”, “mira eso”, “hazme una foto con esto” al llegar y visitar las ciudades. Muchas cabezadas improvisadas por cansancio. Muchas horas de caminata. Han sido muchas primeras veces, como viaje en metro, en avión, la nieve etc. Pero sobre todo muchas risas, muchos momentos inolvidables, muchos ojos desorbitados, muchos edificios majestuosos, muchas fotos y muchos, muchísimos recuerdos.

Yo digo que “Somos lo que recordamos”, y con todos estos recuerdos que nos llevamos, tenemos grandes momentos de sonrisas y de felicidad, para dar, y me atrevería decir que hasta para regalar.

Sería difícil destacar tantos momentos, pero para nosotros tres, sobresalen en Budapest los baños termales con tantas piscinas, saunas y demás variedades. La plaza de los héroes y para algunos, entre los que yo me incluyo, la primera vez que ven nieve. No me voy a dejar en el tintero lo que no me gustó tanto, que fueron los edificios. Tenían aspecto de apocalípticos y antiguos.

De Viena, los majestuosos edificios que nos encontrábamos a cada paso que dábamos. El Parlamento, la Catedral, el estadio de fútbol donde España ganó la Eurocopa del 2008, el centro de Viena con su pista de patinaje sobre hielo, el palacio Schombrun. Destacar la Opera que pudimos ver quienes quisimos pagar y que realmente es una de las cosas que más nos ha gustado a nosotros tres. Y sobre todo la noche vienesa, que el calificativo “impresionante” o “increíble” no llega ni a un cuarto.

De Praga destacamos el Castillo, el río, los enormes puentes... El teatro negro fue maravilloso, el juego de luces, magia, fue espectacular. También el teatro de las marionetas, cuyo manejo hacía dejarnos con la boca abierta. Algo de lo que más nos encantó a los tres fue la cerveza de Praga, pues fuimos a un bar donde había varios tipos y todas buenísimas (sí, las probamos todas). Y como somos jóvenes, volvemos a destacar la marcha y es que la noche de Praga le hace una competencia a Viena, pues fuimos a la discoteca más grande de centro Europa, de cinco plantas de las cuales abrieron tres plantas divididas por temática y la que más nos atrajo fue la número dos, cuya temática era “disco”,”rock” de los años ochenta. No nos costó más de 6 euros.

Pocas ideas más nos vienen a la cabeza, no es fácil describir lo vivido, hay que vivirlo para saber lo que es.

Nos quedan por delante unas varias horas de espera y de siestas. Nuestros padres, madres y amigos nos esperan impacientes en Estepona con la intriga de que les contemos nuestras historias, los momentos que hemos pasado, si nos hemos acordado mucho de ellos, en general, para contarles absolutamente todo. Y para que negar, que aunque la mayoría nos gustaría estar más tiempo, por lo menos nosotros tres, estamos deseando llegar a nuestros hogares, abrazar a nuestras madres que se emocionarán al vernos tras 8 días, coger nuestras mullidas camas y dormir todo lo que no hemos dormido en todo este tiempo.

8 días inolvidables, resumidos de una manera que hemos intentado que sea lo más real posible. Esperamos que les haya gustado, y muchísimas gracias a todos, a los padres, a las madres, a los profesores que nos han acompañado, al instituto y a los visitantes asiduos que han visitado este blog para saber que era de nosotros, porque sin ellos, nada de esto hubiera sido posible.

Escrito por Jota Rodríguez, Alberto Gil y Oliver Fierro.